El talento senior: claves para su gestión
En este post hablamos del valor que tiene el talento senior y de los retos que se nos plantean a la hora de gestionarlo.
Por Daniel Lineal – Unidad de Negocio de Talento y Movilidad
Con una población activa cada vez más longeva, las empresas enfrentan un desafío clave: aprovechar la experiencia del talento senior mientras promueven un entorno inclusivo y adaptado a sus necesidades. Al igual que las políticas de igualdad y diversidad han transformado la gestión empresarial en los últimos años, ha llegado el momento de impulsar estrategias específicas para maximizar el potencial de esta valiosa generación.
El valor del talento senior
El talento senior aporta una combinación única de experiencia acumulada, conocimiento del sector y habilidades como la capacidad de analizar y resolver problemas complejos o la gestión de personas. Este valor es esencial para empresas que buscan mantener una ventaja competitiva.
Además, su presencia ayuda a equilibrar equipos multigeneracionales -actualmente conviven en la empresa hasta cuatro generaciones distintas-, promoviendo la estabilidad y la cohesión.
Retos en la gestión del talento senior
Para adaptarse a este contexto y aprovechar todo su potencial, es necesario superar algunas barreras:
- Estereotipos relacionados con la edad -el conocido como edadismo-: Algunos empleados mayores pueden ser percibidos como menos adaptables, lo que afecta su integración en equipos más jóvenes.
- Desafíos en la formación continua: Los programas de formación no siempre están diseñados para adaptarse a sus necesidades. De hecho, en ocasiones se asume que ya poseen los conocimientos y no se les incluye en estas formaciones.
- Transiciones hacia la jubilación: Sin un plan de sucesión adecuado, las empresas pueden perder valiosos conocimientos.
Superar estas (y otras) barreras requiere que las organizaciones adopten un enfoque proactivo, transformando la gestión de la edad -o Age Management- en todas las etapas del ciclo laboral en una ventaja competitiva.
Algunas prácticas recomendadas son:
- Revisar las políticas de selección, analizando los posibles sesgos de edad y ampliando las fuentes de selección para asegurar un pool de candidatos suficientemente diverso.
- Diseñar iniciativas específicas que actualicen sus conocimientos y competencias tecnológicas.
- Asegurar que los logros y contribuciones del talento senior sean visibilizados y valorados.
- Garantizar una adecuada transferencia del conocimiento y la experiencia acumulada a las generaciones más jóvenes, fomentando un entorno de aprendizaje intergeneracional.
En resumen, la integración de un enfoque de gestión de la edad es fundamental para abordar los desafíos demográficos actuales. La clave no está solo en adaptarse, sino en liderar este cambio. Aquellas empresas que logren integrar plenamente el talento senior serán las que prosperen en un entorno cambiante y diverso.