¿Estás planteando la posibilidad de comenzar a desarrollar actividades empresariales en España? Constituir una sociedad presenta una serie de desafíos que en ocasiones se pueden convertir en problemas si no sabemos atenderlos con la dedicación que merecen.
En este post te contamos los principales puntos de dolor a los que se enfrenta alguien que quiere abrir una empresa en España. Coge papel y bolígrafo y toma nota, algunos de los puntos que exponemos a continuación pueden ser determinantes en tu camino hacia el éxito empresarial.
Problemas a la hora de constituir una sociedad en España
Una de las principales trabas que ponen en jaque a quienes quieren abrir una empresa son los complejos trámites burocráticos y las obligaciones legales que hay que cumplir sí o sí.
Iniciar un negocio supone comenzar un proceso burocrático de “papeleos y trámites» que en ocasiones se puede tornar insufrible para quien decide constituir una empresa. Sobre todo, si desconoce la materia y las obligaciones que debe cumplir como empresario en España (Hacienda, Seguridad Social, Registro Mercantil…)
Para superar esta barrera, es fundamental contar con los servicios de asesores mercantiles para la constitución de sociedades. Además de contar con los servicios de expertos en la materia, también es recomendable que tú, como empresario, investigues y comprendas a fondo la normativa y las regulaciones aplicables y conozcas las actualizaciones que puedan surgir en tu ámbito de actuación.
Algunos de los problemas más frecuentes que nos podemos encontrar a la hora de abrir una empresa son:
- No acertar con la forma societaria más adecuada (véase los tipos de sociedades que existen en España)
- No cumplir con las obligaciones mercantiles que surgen al haber iniciado una actividad empresarial.
- No cumplir con las obligaciones que derivan en materia de pago de impuestos.
En definitiva, la carga administrativa y contable puede ser abrumadora para un empresario que inicia una actividad y no conoce las obligaciones que hay que cumplir en este ámbito.
Contenido de interés:
Un segundo punto de dolor a destacar juega un papel muy importante en el ámbito laboral: a la hora de crear una empresa se pueden desconocer las obligaciones de nómina, de seguridad social, etc (todo lo concerniente a la gestión laboral y administración del personal).
Hablamos de obligaciones que, si se deciden cumplir de manera interna, podrían llegar a consumir mucho tiempo y recursos. Además, la falta de conocimiento en este ámbito puede desembocar en errores y posteriores sanciones económicas.
Este punto de dolor se agrava mucho más cuando el empresario que quiere constituir una sociedad en España proviene del extranjero, situación que merece de un análisis completo que permita ver qué obligaciones se desprenden de dicha operación.
La competencia y el mercado saturado puede ser otro de los principales puntos de dolor que se encuentra un empresario a la hora de crear una sociedad. Dependiendo del sector o de la industria en la que se desarrolle la actividad económica, es posible que haya que abrirse un hueco entre la competencia. Este punto de dolor puede dificultar la entrada al mercado, así como la captación de clientes.
Tenemos otro post en el que te contamos los aspectos que debe tener en cuenta alguien que quiera abrir una sociedad en España. Quizá sea de tu interés y te ayude durante el proceso de constitución: qué debes saber antes de crear una empresa en España
Además de posibles problemas legales, durante el proceso de constitución pueden aparecer más puntos dolor, tales como, por ejemplo:
- Enfocarse en temas financieros y dejar de lado el marketing.
- No superar posibles barreras culturales y/o de idiomas.
- No cumplir con trámites relacionados con la obtención de licencias y permisos.
- No saber cómo explotar los recursos financieros disponibles.
- Desconocer el mercado en el que se va a operar.
- No disponer de un plan de negocios.
- Etc.