Por Daniel Martínez, Asesor Laboral en Adlanter
«Las personas con discapacidad son menos capaces, necesitan protección constante y dependen de los demás.»
Estas ideas erróneas siguen estando presentes en muchos lugares de trabajo. Asociamos la discapacidad con vulnerabilidad y dependencia, lo que lleva a que muchas empresas sean reticentes a contratar a personas con discapacidad. Pero, ¿realmente es así?
No nos engañemos. tal y como explica Daniel Martínez, experto en asesoramiento laboral de la firma, sabemos que hay diferentes tipos de discapacidad, y es cierto que, dependiendo del caso, puede ser complicado lograr una integración plena en el entorno laboral. Sin embargo, en la mayoría de los casos, con las adaptaciones adecuadas, este colectivo puede desempeñar sus funciones tan bien como cualquier otro trabajador. Y aquí es donde entra nuestra responsabilidad: no se trata solo de darles oportunidades, sino de garantizar que trabajen en condiciones dignas y adaptadas a sus necesidades.
Pero, más allá de la responsabilidad social, integrar a personas con discapacidad tiene grandes beneficios. Piénsalo por un momento: ¿qué crees que puede aportar una persona con discapacidad a tu empresa? La respuesta es sencilla: mucho más de lo que imaginas.
Cuando incluyes a alguien con discapacidad en tu equipo, estás abriendo la puerta a nuevas perspectivas. Estas personas suelen desarrollar habilidades extraordinarias para superar obstáculos, y eso se traduce en una mayor capacidad de resolución de problemas. Además, tener un equipo diverso mejora el ambiente laboral, fomenta la empatía y refuerza los lazos entre los empleados.
Y no olvidemos un aspecto práctico: la contratación de personas con discapacidad también ayuda a cumplir con la normativa. Las empresas con más de 50 empleados están obligadas a contar con al menos un 2% de trabajadores con discapacidad. Cumplir con esta ley no solo evita sanciones, sino que también brinda acceso a bonificaciones y beneficios fiscales.
Si aún tienes dudas, déjame contarte la historia de algunas personas que han roto todas las barreras:
- Stephen Hawking, uno de los físicos más brillantes del siglo XX, cuya discapacidad no le impidió cambiar nuestra comprensión del universo.
- Helen Keller, escritora y activista que, a pesar de ser sordociega, se convirtió en una figura internacionalmente reconocida por su lucha por los derechos de las personas con discapacidad.
- Nick Vujicic, un orador motivacional sin brazos ni piernas que ha inspirado a millones de personas en todo el mundo con su mensaje de resiliencia y superación.
¿Qué tienen en común? Todos ellos tienen una discapacidad, pero lograron un éxito extraordinario gracias a su perseverancia y al entorno que supo valorarlos. Estoy completamente seguro de que, si desde el área laboral facilitamos la inserción de estos trabajadores, surgirán más personas que destaquen y aporten mejoras a nuestra sociedad.
A pesar de estos ejemplos inspiradores, muchas empresas siguen siendo reacias a contratar a personas con discapacidad. Aquí es donde nosotros, los asesores laborales, tenemos un papel crucial. No solo debemos informar sobre la normativa, sino ayudar a las empresas a ver más allá de los prejuicios y a entender que, cuando contratan a una persona con discapacidad, están integrando talento, compromiso y una visión única.
Contratar a una persona con discapacidad no es solo cumplir una cuota. Es aprovechar el potencial de profesionales con habilidades, experiencia y una capacidad de superación que enriquece cualquier equipo. Cambiar esta percepción no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino también a las empresas que se atreven a romper con los mitos y abrirse a la inclusión.
Beneficios de contratar personas con discapacidad
Las empresas que contratan a personas con discapacidad pueden acceder a una serie de bonificaciones y reducciones fiscales que hacen más atractiva esta opción, además de fomentar la inclusión laboral. Entre las principales ventajas que pueden obtener las empresas se encuentran:
- Bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social: dependiendo de la modalidad de contratación y el tipo de discapacidad, las empresas pueden obtener bonificaciones que oscilan entre los 4.500€ y los 6.300€ anuales para contratos indefinidos. Si la discapacidad es severa, las bonificaciones pueden ser aún mayores.
- Incentivos adicionales para la conversión de contratos temporales en indefinidos: cuando una empresa decide transformar un contrato temporal de una persona con discapacidad en indefinido, se aplica una bonificación adicional en la cuota de la Seguridad Social.
- Subvenciones para adaptar el puesto de trabajo: las empresas también pueden acceder a ayudas económicas para realizar las adaptaciones necesarias que permitan que las personas con discapacidad realicen su trabajo de manera eficiente, incluyendo modificaciones en la infraestructura y los equipos.
- Deducción en el Impuesto de Sociedades: las empresas que contraten personas con discapacidad pueden beneficiarse de deducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades, un incentivo adicional para fomentar la inclusión labora
Cuota del 2%: una oportunidad para la inclusión laboral
Una de las medidas más relevantes para fomentar la integración laboral de las personas con discapacidad es la cuota de reserva de empleo. Esta medida, regulada por el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, establece que las empresas públicas y privadas con 50 o más empleados están obligadas a destinar al menos un 2% de su plantilla a personas con discapacidad (con un grado igual o superior al 33%).
La cuota, recogida en el artículo 42.1 de la Ley General de los Derechos de las Personas con Discapacidad, es un mecanismo diseñado para asegurar la inclusión de estos trabajadores en el mercado laboral. El cálculo de esta obligación se realiza sobre el total de la plantilla, independientemente del número de centros de trabajo o la modalidad de contrato de los empleados.
Además, esta medida está siendo objeto de especial vigilancia por parte de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, que ha intensificado las revisiones sobre su cumplimiento, logrando así un impacto positivo en la contratación de personas con discapacidad.
Para las empresas que enfrentan dificultades justificadas para cumplir con esta cuota, la ley contempla medidas alternativas que permiten cumplir con la normativa de forma indirecta. Sin embargo, estas empresas deben acreditar ante los servicios públicos de empleo que les es imposible cumplir con la obligación mediante la contratación directa.
Cumplir con la cuota del 2% no es solo una cuestión de normativa, sino una excelente oportunidad para que las empresas se beneficien de la diversidad, accedan a bonificaciones fiscales, y mejoren su imagen social.
Contratar a personas con discapacidad no solo aporta talento y compromiso, sino que también cumple un importante rol en la construcción de una sociedad más inclusiva.
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