¿Qué es el objeto social de una empresa?

Los estatutos de una sociedad mercantil deben incluir el objeto social de la misma: toda la actividad, negocios u operaciones realizadas por una sociedad). Debe ser lícito, posible y concreto y debe estar redactado correctamente en el Registro Mercantil, pues de lo contrario se rechazará la inscripción de la escritura. Es decir, el objeto social de una empresa es crucial para la constitución de la misma.

Objeto social de una empresa

Este apartado es una cuestión importante, puesto que conlleva la nulidad de una sociedad cuando:

  • La sociedad tenga un objeto social ilícito o contrario al orden público.
  • Se omita en los estatutos sociales la mención al objeto social.

Además, es necesario que el objeto sea determinado y concrete las actividades que lo integran, por lo que no se aceptan expresiones genéricas como “la realización de cualesquiera actividades de lícito comercio”.

A nivel legal, es importante que el objeto social esté claramente definido por las siguientes razones:

  • El ámbito de representación de los administradores abarca las actividades comprendidas dentro del objeto social delimitado en los estatutos.
  • La conclusión del objeto social se considera una causa de disolución de la sociedad.
  • Los socios tienen derecho de separación en casos de sustitución y modificación del conjunto de actividades que va a desarrollar la sociedad.

Objeto social de una empresa y Registro Mercantil

Asimismo, si el objeto social de la sociedad no cumple con el requisito de ser suficientemente determinado, el Registro Mercantil negará la inscripción de las escrituras de la sociedad. Si esto ocurre, deberá subsanarse la escritura, lo que implicará retrasos en los siguientes trámites de constitución de la sociedad así como un coste mayor.

Por lo general, se prefiere establecer un objeto social lo suficientemente amplio como para que pueda incluir las actividades actuales y futuras de la sociedad y así evitar modificar los estatutos más adelante, puesto que es una gestión que requiere el acuerdo de la junta, la elevación a escritura pública y la inscripción en el Registro Mercantil.

Para poder cumplir con la obligatoriedad de determinar las actividades de la sociedad podemos recurrir a los códigos del IAE o del CNAE y utilizar el título de los epígrafes que correspondan a las actividades de la empresa. No obstante, este sistema no siempre será útil, como por ejemplo cuando se trate de actividades nuevas.

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