Gastos deducibles para autónomos: optimiza tu fiscalidad
Optimizar tus deducciones puede marcar la diferencia en tu economía como autónomo. ¡Aprovéchalas al máximo y cumple siempre con las normativas!
Cuando eres autónomo, entender qué gastos puedes deducir es clave para optimizar tu fiscalidad y reducir el impacto de los impuestos en tus ingresos.
Los gastos deducibles son aquellos directamente relacionados con tu actividad económica y que cumplen ciertos requisitos legales establecidos por la Agencia Tributaria.
En este post te explicamos los aspectos clave y ejemplos más comunes de gastos deducibles en autónomos
¿Qué requisitos debe cumplir un gasto para ser deducible?
- Relación directa con la actividad económica
El gasto debe estar directamente vinculado con tu negocio o actividad profesional. Por ejemplo, si eres diseñador gráfico, no podrías deducir un coche que usas exclusivamente para fines personales.
- Justificación documental
Necesitas guardar facturas o justificantes válidos. Los tickets o recibos informales no son suficientes.
- Imputación temporal correcta
Los gastos deben contabilizarse en el ejercicio fiscal correspondiente al momento en que se generan.
Aquí te contamos más: Requisitos para que un gasto sea deducible
Principales categorías de gastos deducibles en autónomos
- Gastos de vivienda y oficina (si trabajas desde casa)
- Proporción de los suministros (agua, luz, gas, Internet).
- Teléfono fijo y móvil (en proporción al uso profesional).
- Amortización de la parte proporcional del inmueble, si es en propiedad.
- Comunidad de propietarios (parte proporcional).
- Seguro del hogar (parte proporcional si afecta al área laboral).
- Gastos de transporte y vehículos
- Combustible (si el vehículo está afecto al 100% a la actividad).
- Mantenimiento y reparaciones del vehículo profesional.
- Seguro del vehículo.
- Leasing o renting del coche afecto a la actividad.
- Aparcamientos y peajes durante desplazamientos laborales.
- Billetes de tren, autobús, metro o avión en desplazamientos profesionales.
- Alquiler de vehículos para uso profesional puntual.
- Dietas y desplazamientos
- Comidas en restaurantes o cafeterías durante viajes de trabajo (pagadas con tarjeta y con factura).
- Gastos de alojamiento en hoteles o apartamentos.
- Gastos de transporte público durante viajes laborales (taxis, VTC, autobuses, trenes).
- Kilometraje si utilizas tu coche particular (previa justificación y en casos específicos).
- Gastos en herramientas y materiales
- Compra de equipos tecnológicos (ordenadores, móviles, tablets).
- Software y licencias de uso (Photoshop, Office, herramientas de gestión).
- Mobiliario de oficina (mesas, sillas ergonómicas, estanterías).
- Material de papelería y consumibles (bolígrafos, papel, impresoras, tinta).
- Herramientas específicas para el oficio (herramientas de carpintería, equipo fotográfico, etc.).
- Equipo de protección individual (EPIs) si tu actividad lo requiere (casco, guantes, uniformes).
5.Gastos deducibles por servicios externos y profesionales
- Asesoría fiscal, contable o legal.
- Servicios de marketing y publicidad (diseño web, branding, gestión de redes sociales).
- Suscripciones a directorios profesionales o portales de empleo.
- Servicios de coworking o alquiler de espacios por horas.
- Servicios de limpieza para oficina o local profesional.
- Contratación de personal autónomo para tareas específicas (freelancers, diseñadores, redactores).
- Formación y desarrollo profesional
- Matrículas y cuotas de formación (cursos, talleres, seminarios).
- Gastos de transporte y alojamiento asociados a formaciones fuera de tu ciudad.
- Compra de libros, manuales o recursos relacionados con la actividad.
- Inscripción a conferencias, congresos o eventos del sector.
- Publicidad y promoción
- Gastos en campañas publicitarias online (Google Ads, Facebook Ads).
- Diseño gráfico para materiales promocionales (logotipos, banners, folletos).
- Gastos en impresión de tarjetas de visita, catálogos o flyers.
- Cuotas de plataformas como Etsy, Amazon, o similares para promoción de productos.
- Patrocinios de eventos relacionados con tu actividad.
- Gastos bancarios y financieros
- Comisiones bancarias de cuentas asociadas a tu actividad.
- Intereses de préstamos o líneas de crédito destinados al negocio.
- Comisiones por TPV o pasarelas de pago (como Stripe o PayPal).
- Seguros financieros asociados a la actividad profesional.
- Seguros y fiscalidad
- Cuota mensual de la Seguridad Social como autónomo.
- Seguro de responsabilidad civil profesional.
- Seguro de salud (si se contrata para el autónomo y su familia, existe un límite de deducción).
- Seguro de accidentes o baja laboral.
- Tecnología y suscripciones
- Suscripciones a herramientas de gestión (ERP, CRM, programas de facturación).
- Servicios en la nube (Google Drive, Dropbox, iCloud).
- Plataformas de videoconferencias o colaboración (Zoom, Slack, Microsoft Teams).
- Mantenimiento de equipos informáticos o servidores.
- Hosting y dominio de páginas web.
- Gastos específicos del sector
- Licencias administrativas (por ejemplo, licencias municipales para apertura de locales).
- Cuotas de colegios profesionales o asociaciones del sector.
- Canon por derechos de autor o licencias específicas.
- Alquiler de maquinaria o equipo específico.
- Material de producción (en actividades artísticas, industriales, o técnicas).
¿Cómo se documentan correctamente los gastos para deducirlos?
Es imprescindible:
- Contar con factura completa (que incluya todos los datos fiscales).
- Registrar el gasto en la contabilidad o libros oficiales.
- Relacionar el gasto con la actividad económica.